La cirugía suele durar una hora y requiere anestesia general o epidural. Precisa una noche de ingreso hospitalario.

La intervención se basa en realizar una incisión en el pliegue posterior de la rodilla, hacer un bolsillo por encima del músculo gemelo e introducir una prótesis de silicona con una forma específica para esta zona.

Se trata de un procedimiento seguro que nos permite mejorar el aspecto de aquellas piernas con falta de desarrollo muscular.

A veces podemos mejorar la forma de esta zona con la inyección de grasa del propio paciente (lipofilling) sin necesidad de recurrir a las prótesis de silicona. Esta técnica se utiliza en casos leves y es una muy buena alternativa a la utilización de las prótesis.

Normalmente son pacientes que han sufrido algún traumatismo de alta intensidad o una secuela a causa de una enfermedad o trastorno hereditario.

Como en cualquier cirugía, pueden producirse molestias en el postoperatorio, que mejoran y se controlan con analgésicos.

La incorporación a la vida diaria suele ser a los 10-14 días y no se permite el ejercicio físico de intensidad hasta el mes aproximadamente.