Es una cirugía cuya duración suele ser de unas dos horas y se realiza con anestesia general. Requiere generalmente una noche de ingreso.

Consiste en el implante de una prótesis de silicona en cada glúteo en un plano intramuscular. Para ello se realiza una incisión en el pliegue interglúteo, de manera que la cicatriz quede escondida y muy bien disimulada.

Las prótesis de silicona son parecidas a las utilizadas en la región mamaria pero suelen ser de un gel más denso, ya que por las características del lugar donde van a estar ubicadas se necesita mayor resistencia a la compresión.

En pacientes seleccionados, que deseen aumentos discretos de la zona glútea y no quieran llevar prótesis, puede valorarse la realización de transferencia de grasa del propio paciente.

Indicada en pacientes que presentan falta de volumen y proyección en la zona glútea.

No está indicada en pacientes que presenten un glúteo caído, porque la colocación de prótesis acentuaría esta deformidad, en cuyo caso se recomiendan otro tipo de técnicas (ver lifting de glúteos).

Llevará unos apósitos para asegurar la buena ubicación del implante, y se debe dormir boca abajo los primeros días. No debe sentarse hasta el segundo día.

Se puede realizar una vida prácticamente normal a partir de los 7-10 días y comenzar a realizar ejercicio físico a partir de las 6 semanas.

Deben tener en cuenta que está prohibida la administración de medicamentos por vía intramuscular, las inyecciones deben hacerse en el muslo y no en el glúteo.