La cirugía está indicada en aquellos pacientes que tienen un exceso de piel y grasa en los párpados y quieren mejorar su aspecto, así como conseguir una mirada más juvenil.

La duración de la cirugía suele ser entre 1 y 2 horas, dependiendo de si hay que tratar sólo los párpados de arriba o también los de abajo. Se suele realizar con anestesia local y sedación.

Los pacientes se marchan de alta hospitalaria el mismo día de la intervención.

Es un procedimiento que consiste en la extirpación de piel y grasa de los párpados superiores e inferiores, así como el retensado de la musculatura. Las incisiones quedan camufladas en los pliegues naturales de los párpados en el caso de los superiores y justo debajo de las pestañas en el caso de los inferiores.

En algunos casos, la incisión de los párpados inferiores se esconde a nivel de la conjuntiva, en su parte interna, de forma que no quedan cicatrices externas.

Se consigue rejuvenecer la mirada con unos resultados duraderos en el tiempo.

Es frecuente la inflamación local y algunas equimosis en el postoperatorio inmediato. Por eso es importante, además de la medicación, utilizar frío local y mantener el cabecero de la cama algo elevado. El edema disminuye de manera exponencial durante los primeros días.

Es normal el lagrimeo frecuente en las primeras semanas tras la intervención y el aumento de la sensibilidad a la luz.

Se debe utilizar protección solar tras la retirada de puntos y gafas de sol las primeras semanas. No se permitirá la actividad física importante hasta el primes mes después de la cirugía.

En el caso de llevar lentillas, se puede comenzar su uso a partir de la segunda semana

Las cicatrices generalmente en el territorio de los párpados son de muy buena calidad, siendo casi imperceptibles a partir de los 6-8 meses.