CIRUGIA DE LA GINECOMASTIA

La ginecomastia es una afección caracterizada por un aumento de la mama en el hombre. Este aumento puede deberse al aumento de volumen de la glándula mamaria, al acúmulo de grasa por obesidad, o bien darse ambas circunstancias.

El tipo de ginecomastia va a condicionar el tratamiento quirúrgico. Así, cuando se deba a un aumento de grasa, el tratamiento será una liposucción de la mama. Cuando exista un aumento de la glándula mamaria, que puede ser visible o palpable, habrá que extirpar parte del tejido glandular. En muchas ocasiones se combinan ambos procedimientos, liposucción y extirpación glandular para conseguir resultados óptimos.

¿En qué consiste la intervención?

La cirugía de ginecomastia es una cirugía mayor, que debe hacerse en un centro hospitalario que esté dotado de todos los medios necesarios para la seguridad de la paciente. Suele realizarse bajo anestesia general y habitualmente el paciente permanece ingresado en el hospital la primera noche.

La duración de la cirugía dependerá del procedimiento a emplear. Una liposucción suele durar menos de una hora. Si tenemos que extirpar glándula mamaria, la duración dependerá de la cantidad de tejido a extirpar y si tenemos que quitar piel.

Un porcentaje elevado de pacientes pueden ver corregido su problema con una liposucción, que es una intervención de corta duración, cicatrices casi invisibles y rápida recuperación.

Si es necesario extirpar el exceso de glándula, es necesario acceder a la misma mediante una cicatriz en el límite exterior de la areola.

En determinados casos, en que el paciente tiene un volumen de mamas muy importante, puede ser necesario extirpar piel para obtener un contorno óptimo del pecho.

¿Cómo es el período postoperatorio?

A la salida del quirófano, llevará un vendaje y una faja que comprima la zona. Dicha faja deberá mantenerse entre 2 y 3 semanas, para evitar el acúmulo de líquido y conseguir que la piel se adapte correctamente al contorno del tórax.

Durante las primeras 48-72 horas deberá mantener reposo relativo para evitar posibles molestias. Habitualmente, en pocos días se podrá realizar una vida prácticamente normal, incorporándose incluso a su tarea profesional si ésta no requiere ejercicio físico.

A partir de la tercera o cuarta semana, el paciente podrá comenzar de forma paulatina a realizar ejercicio hasta conseguir vida normal.

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