LIPOSUCCIÓN

La lipodistrofia es una condición que consiste en el acúmulo de grasa en diferentes zonas corporales, que varían según el sexo. Los hombres tienden a acumular grasa en los flancos y región abdominal, mientras que las mujeres suelen acumularla en caderas y muslos.

La liposucción nos permite eliminar el exceso localizado de grasa, que se resiste a desaparecer a pesar del ejercicio y una dieta saludable.

Pueden realizarse este procedimiento los pacientes que, aun encontrándose en su peso ideal, presentan depósitos de grasa localizados difíciles de eliminar. Se obtienen muy buenos resultados, para los que es necesario, entre otras cosas, un adecuado cumplimiento de las instrucciones postoperatorias.


¿En qué consiste la intervención?

La liposucción es una técnica que se realizará en un centro hospitalario.

El tipo de anestesia variará dependiendo de las zonas a tratar (local y sedación, anestesia raquídea o anestesia general), se pactará previamente con el cirujano.

La duración de la intervención variará dependiendo de las zonas corporales a tratar y la cantidad de grasa que debemos liposuccionar, pero se encuentra generalmente entre 1 a 3 horas.

Se utilizan cánulas que aspiran ese contenido graso y que se introducen utilizando pequeñas incisiones, localizadas en zonas estratégicas corporales para conseguir disimularlas.

Una vez terminada la intervención la paciente deberá llevar una faja de compresión elástica que mantendrá durante el primer mes y podrá retirarse para ducharse y en determinadas condiciones.

Dependiendo de las zonas tratadas y el tipo de anestesia empleada, se podrá marchar de alta hospitalaria el mismo día o al día siguiente de la intervención.

Esta técnica nos permite moldear las diferentes zonas corporales ofreciendo al cuerpo una imagen más armónica.

¿A quién va dirigida?

La intervención se realizará en aquellas pacientes que estando en su valor de peso normal o sobrepeso, acumulen grasa de forma localizada en su cuerpo.

¿Cómo es el periodo postoperatorio?

El postoperatorio de la intervención no suele ser muy doloroso, siendo muy típica la sensación que refieren muchos pacientes de unas molestias similares a las agujetas que aparecen tras el ejercicio. Es frecuente la aparición de equimosis e hinchazón, que generalmente desaparecen en 1 a 2 semanas. Además de esto, la liposucción deja unas diminutas cicatrices difícilmente perceptibles en la mayoría de los casos.

Las prendas de compresión deberán llevarse generalmente durante un mes.

Es muy importante el reposo relativo. La recuperación variará enormemente en función de cada persona. Generalmente, la movilización se realiza desde el primer día y la incorporación al trabajo generalmente es posible a la semana, no realizando ejercicios extremos hasta el primer mes. Es recomendable protegerse del sol los dos primeros meses.

Los resultados comienzan a apreciarse desde el principio de la cirugía conforme va disminuyendo la inflamación, pero no suele ser hasta el sexto mes cuando comienzan a verse los resultados definitivos.

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